La isla más grande de Grecia. Creta huele a tierra y sol, a olivos y verduras frescas, huele a raki y mar. En su interior, encontramos grandes montañas, como Levká Ori (las montañas blancas), que se alzan imponentes en el centro de la isla. Además de sus tesoros naturales, Creta posee los restos más importantes de la antigua civilización Minoica, cuyos sitios arqueológicos se encuentran en el palacio de Knossos, Festos y Gortina, testimonios de un pasado glorioso. Ha sido una isla muy codiciada por su posición estratégica y que nos muestra pedazos de su historia a través de la fortaleza veneciana de Rethymnon, las antiguas mezquitas y los monasterios de Arkadi y Preveli. Tampoco podemos olvidar la mitología que envuelve la isla, lugar se nacimiento de Zeus, y donde Dédalo construyó el laberinto del Minotauro.